La importancia de cuidar nuestro cuero cabelludo. Evitar y tratar la dermatitis seborreica.
¿Sabías qué? Cuando nacemos poseemos en nuestra piel casi un 95% de proteínas. Proteínas que, debido a su importancia, muestran un rostro más luminoso, elástico y con vida.
El frio ya está aquí, y de repente te das cuenta de que hay partes de tu cuerpo que sufren las consecuencias de estos repentinos cambios de temperatura. La sequedad en el aire y el frio hacen que tengas que cuidarte bastante más.
El afeitado es uno de los principales causantes de irritación en la piel y, aunque se realice de forma delicada, siempre se elimina la capa más externa de las células de la epidermis.
La piel de la zona de alrededor de la boca es junto a la piel de alrededor de los ojos la piel más fina del cuerpo y, por tanto, una de las más propensas a deteriorarse con facilidad con el paso del tiempo. Esto quiere decir que la dermis de estas zonas es la que tiene más tendencia a la formación de las líneas de expresión o arrugas.
Cuando llega el verano nuestras costumbres cambian y lo mismo pasa con el cuidado de nuestra piel. En verano la piel necesita un extra de cuidado para evitar que los rayos UVA del sol puedan dañar la dermis.
A menudo nos centramos en la piel de nuestro rostro, quizás porque es una de nuestras zonas más visibles, pero igual de importante es cuidar la piel que hay en el resto del cuerpo.
Cuidar nuestra piel es fundamental pero también es importante saber cómo cuidarla. A veces cometemos el error, la mayoría de las veces por desconocimiento de aplicarnos productos no adecuados o usar cantidades que lo único que consiguen es saturar nuestra piel y lo que es peor gastar el producto enseguida.
La piel envejece principalmente porque las células que están en ella dejan de hacer su función adecuadamente. Se produce una pérdida de colágeno y proteínas que aportan ácido hialurónico y que conforman la estructura de la piel.
Aunque cada persona es diferente y el efecto envejecimiento puede aparecer en diferentes momentos, los expertos concluyen que la edad para comenzar a cuidar nuestra piel no debería ser más tarde de los 25 años.